
Los malos momentos son aquellos que si pudiéramos los evitaríamos, aquellos problemas que nos acosan y persiguen en nuestra mente hasta que no lo consideremos resueltos, principalmente hasta que nuestro cerebro pueda concebirlo así.
Los problemas que acontecen en la vida diaria pueden paralizarnos. Y es que en realidad nosotros le damos la magnitud que pensamos que estos tienen y es ademas este uno de los motivos por el que lo afrontamos de diferente manera. Algo es tan importante como nosotros quieramos que sea.
Cualquier situación dramática no lo es tanto, en ese momento podemos vernos envueltos en un bucle que nos llevara inevitablemente a la misma situación una y otra vez. Es magnifico que luego con el tiempo tomamos dimensión real de la verdadera magnitud de eso que creíamos insuperable.

Nuestras vidas tienen en realidad el valor que nosotros le demos.
Es interesante saber que hay muchas personas que tienen lo que cualquiera podría llamar "todo": dinero, fama, belleza, pero aun así no han terminado nada bien, acabando con ellos mismo. Entonces aquí tomamos dimensión real de lo que es la vida, mas importante que cualquier problema. Porque todos tenemos mucho porque vivir.
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